Conoce sobre fertilidad

 Los ovarios son dos órganos que se encuentran en cada lado del útero. Durante los años de fertilidad de la mujer, normalmente se libera un óvulo de los ovarios aproximadamente una vez al mes, este proceso lo conocemos como ovulación. Es común que la ovulación ocurra cada 28 días, sin embargo la duración de este ciclo varía de una mujer a otra. El intervalo de más común de ovulación se puede establecer entre 21 y 35 días. 

La fertilidad de la mujer se empieza a ver afectada alrededor de los 32 años y se acelera a los 37 años, con el tiempo la mujer llega a la menopausia lo que significa que la el fin de la ovulación y de sus años fértiles. Si no se produce la fecundación, la mujer se deshace del revestimiento engrosado del útero al menstruar, es decir, tiene la regla. Las mujeres tienen una reserva limitada de óvulos. Generalmente cada mujer nace con entre uno y dos millones de huevos. Esta reserva cae a alrededor del 25% en el momento de la pubertad.

Muchas mujeres experimentan ciclos regulares, sin embargo algunas ovulan con menor frecuencia. Cuando el ovario es liberado, el óvulo viaja a través de las  trompas de Falopio hasta el útero. Si el óvulo se encuentra con un espermatozoide en el camino,  puede producirse la fertilización. Si se ha producido la fertilización, el óvulo fertilizado también conocido como embrión continúa su camino hacia el útero, donde se incrustara y se desarrollará durante todo el embarazo. 

 La ovulación y menstruación están desarrollados por hormonas, por lo que las alteraciones de la función hormonal pueden afectar la fertilidad. De igual forma, para una fertilización e implantación exitosa es importante un pasaje claro y abierto entre los ovarios y el útero. Cualquier anomalía estructural puede evitar la implantación del embrión.

Los hombres comienzan a producir espermatozoides en la pubertad, los espermatozoides se  se producen en los testículos y viajan a través de una serie de conductos hasta una estructura llamada epidídimo. En esta estructura es donde los maduran hasta su eyaculación, donde pasarán por otra serie de conductos para salir por la uretra. En la eyaculación, los espermatozoides se combinan con el líquido producido por glándulas reproductoras masculinas donde forman un líquido semen.

Para una fertilización exitosa es necesario que el hombre tenga una cantidad adecuada de espermatozoides en su semen, de igual manera la forma y motilidad de estos espermatozoides también es de suma importancia. En ausencia de estas características, puede producirse infertilidad. Los hombres producen esperma durante toda su vida pero cabe recalcar que la calidad del esperma disminuye con la edad.

Cada espermatozoide cuenta con una cabeza, una pieza media y una cola. Esta composición los permite impulsarse  a través del tracto reproductivo femenino para encontrarse con el óvulo de la mujer y permitir que se produzca la fertilización. Sin embargo este no es un transcurso sencillo, de los millones de espermatozoides en el semen eyaculado, sólo una proporción muy pequeña llegará al óvulo y sólo uno sera realmente el que fertiliza el óvulo.

La producción de esperma también es impulsada por hormonas, al igual que las mujeres la alteración de la función hormonal puede afectar la fertilidad masculina.Además, cualquier cosa que impida el paso de los espermatozoides desde los testículos al tracto reproductivo femenino también puede impedir una fertilización y concepción exitosas.